Buenos días, familias.

Definitivamente, los hados de la lluvia se han conjurado en nuestra contra. A este paso, los farmaceúticos de media Irlanda nos van a estar agradecidos por la cantidad de anticatarrales, ibuprofenos y klennex que están vendiendo a nuestra costa.

Sea como fuere, conseguimos llegar al sábado y, con él, a la ciudad de Dublín por segunda vez en lo que va de semana, para que veáis lo privilegiadas que son nuestras chicas.

La visita organizada del día nos llevaría a las puertas del EPIC Museum, un espectacular edificio de reciente construcción dedicado a la emigración irlandesa y que alberga en su interior una buen pedazo de historia. Algunos de los documentos, ya sea en forma de documentales, pantallas interactivas o cartas digitalizadas dan buena muestra del drama vivido por miles de familias irlandesas a lo largo del los siglos y, particularmente, durante el período conocido como la Gran Hambruna (1845-1849), en el que alrededor de un millón de personas murieron y un millón más emigró de Irlanda, provocando con ello una disminución de la población que se calcula entre un 20% y un 25%.

Como siempre, tras la visita, llegó la hora del “packed lunch”, con el consigiente intercambio de bocadillos, galletas, fruta, etc. Y como a algunas de las chicas los museos gustar, lo que se dice gustar, no les gustan mucho, a eso de la 1.30 de la tarde decidimos darles tiempo libre, en previsión de que todavía quedase algún rincón inexplorado en ese universo tan particular que es Pennies.

Otro pequeño grupo decidió caminar un poco más bajo la lluvia e ir a visitar la antigua biblioteca del Trinity College. Cualquier adjetivo que se nos ocurra se quedaría corto para describirla. Tan solo os diré que, si en alguna ocasión vais a Dublín, no podéis dejar de visitarla.

Tras unos cuantos cafés apurados y varias compras de última hora volvimos al autobús, empapados hasta el tuétano, pero con la satisfacción, para algunas, de haber aprendido un poco más de la historia de este maravilloso país.

Nosotros descansamos hasta el lunes. Mañana no hay actividades, así que nos toca recargar pilas, que los resfriados no respetan ni a los monitores.

Bye for now!