30 de junio y 1 de julio: Últimos días de clase…

JUEVES

Goooood morning!

Se va acercando el fin de nuestra estancia en St Peters, así que hoy empezamos el día fuerte, a las 8:30 ya recibiendo los diplomas de participación, tanto nosotros como nuestros buddies.

Entrega_diplomas_con_los_buddies (1)

Después de la “ceremonia”, nos fuimos a clase y por la tarde, en las últimas clases de inglés, se entregaron los premios de la scavenger hunt. Además, también hubo premios por el mejor cuadernillo de actividades (para Antía) y la mejor foto del concurso fotográfico (para Samuel). Los dos se llevaron un libro en inglés para que sigan practicando el inglés cuando estemos de vuelta en Vigo.

Además, todos tuvimos un informe de su progreso redactado por los profesores y unas medallas, y nos dieron caramelos variados típicos ingleses, que nos hicieron muy felices y no tardamos en probar.

Última_clase_ingles 7

Good night!

VIERNES

¡Hola familias!

Os escribimos por última vez desde la escuela, porque todo lo bueno se acaba, y esto no es una excepción…

Hay sentimientos encontrados, algunos queremos volver a España, echamos de menos a nuestras familias, amigos y demás, aunque ahora tenemos también a nuevos amigos aquí, nuestros buddies y compañeros de clase, que nos acogieron tan cálidamente y con quienes compartimos picnics (lloviendo o tronando) durante tres semanas, que queráis o no, une mucho…

Hoy fue un día movidito, después de clase cogimos el tren a St Neots para ir a la bolera, donde nos lo pasamos muy bien, no sólo jugando a los bolos sino también en el periodo de preparación (las fotos, que dan fe de ello).

Bailando pegados en la bolera!

Bowling shoes!

Después, fuimos a cenar con nuestras familias y tras una ducha ultra rápida y la pertinente preparación para romper el dancefloor, cogimos el tren de vuelta a Huntingdon para disfrutar de nuestra última velada en St Peters: la discoteca que llevábamos esperando toda la semana…

Nada más llegar ya estaban algunos de los buddies esperándonos en el jardín, de punta en blanco y con ganas de fiesta.

Tras dos horas bailando, llegó ese momento inevitable: las despedidas. Muchos abrazos y besos después (sí, increíble, los ingleses no son tan fríos como parecen jaja), volvimos a coger el tren para irnos a dormir y recargar baterías para la excursión de mañana.

Se acabó la disco!2   Esperando al último tren…

Mañana más, pero no mejor, porque es imposible.

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