Uola
Como todo el mundo sabe, el día después de una buena fiesta es raro. Porque uno se acuesta más tarde de lo habitual y al día siguiente está más cansado. Pues eso es lo que nos pasó hoy.
Parece que el tiempo estaba de nuestro lado porque nos impidió ir a hacer el paseo de orientación por St. Neots, por lo que al final hicimos una actividad que a todos nos apetecía más en un “día de resaca”: irnos a tomar unos batidos.
De todas formas los problemas no se acabaron, porque ¿Cómo actúa uno cuando le hacen elegir entre un batido de Kinder Bueno y uno de Ferrero Rocher? En realidad había casi 100 sabores, por lo que la decisión no fue fácil, sin embargo ninguna fue equivocada porque todos estaban buenísimos.
Y tras este día de relax, conseguimos recargar las pilas para la excursión de día completo a Londres.
Mañana más, pero no mejor, porque es imposible.