Bueno, hoy fue el último día de clase. Fue el deber de las chicas -ya que solo chicas fueron las que lo hicieron- realizar una presentación con diapositivas sobre la ciudad de Vigo, para que los alumnos irlandeses se hiciesen una idea de lo que nuestra ciudad es.
El resto estuvimos escuchándolas, e hicieron un buen trabajo, enseñando imágenes de Samil, Castrelos, etc…
Después de eso les llegó el turno a los irlandeses de reciprocar, y una chica nos habló de Halloween, que, al parecer aquí en Irlanda es un fiestón.
Después yo dije unas palabras agradeciendo al instituto el trato recibido, y, tras eso llegoóla hora de comer pastel gominolas y patatillas.
Los chicos y las chicas estaban hoy de despedida, algunos estaban tristes como Laura que me dijo que iba a llorar.
Un tiempo espectacular, playas, gente nueva, nuevos amigos (¿quién sabe si nuevos romances?). Normal que no se quieran ir, y yo, desde mi posición de observador doy fe de que esta es una experiencia que no olvidarán y que se lo pasaron genial. Y no digo esto para quedar bien en el blog: lo digo porque es cierto.
Muchas gracias a todas las familias por habernos acompañado y seguido desde la distancia en esta experiencia tan maravillosa. ¡Besos y abrazos!
